Vinos de Monterrei, variedades y tipos de cultivo.

La zona vitivinícola de Monterrei se encuentra al sur de la provincia de Ourense, haciendo frontera con Portugal. Sus vides discurren por las laderas y valles del rió Támega y sus afluentes. Morfológicamente corresponde a una fosa tectónica, cuyo valle ha sido cubierto por el manto aluvial del río Támega.
Sus suelos son profundos y fértiles, constituidos por tierras pardas y materiales silíceos, cuenta tanto con suelos pizarrosos, como graníticos, arenosos y arcillosos, una amplia variedad que contribuye a la particularidad de sus vinos.
Con un clima mediterráneo con claras influencias continentales, así como por las brisas provenientes del océano Atlántico que contribuyen a unas considerables oscilaciones térmicas de 30º C., y con una pluviometría de 680 mm año, sin duda una zona idónea para el cultivo de uvas nobles y la elaboración de vinos de calidad.
Las variedades de uvas en blancas, la componen las autóctonas Godello, a la que denominan también Verdello, la Treixadura y la aclimatada Palomino.

Y en tintas; Gran Negro, Merenzao, Mencía y otra aclimatada a la zona como la Garnacha Tintorera y la Arauxa (tempranillo).
El cultivo es fundamentalmente en vaso.
Los vinos blancos de Monterrei presentan un color amarillo pajizo. En nariz resultan frescos y agradables. Aquellos en los que hay predominio de la uva jerez pueden desarrollar ciertas notas herbáceas, mientras que cuando priman las variedades autóctonas resultan más intensos y afrutados, y pueden recordar los aromas de la manzana y el heno; en la boca son sabrosos y frescos, con un excelente equilibrio entre alcohol y acidez.
Los tintos son esencialmente jóvenes de gran viveza aromática, frutales y con cuerpo. Resultan algo menos expresivos que los blancos, pero las condiciones geoclimáticas de la zona parecen augurar un potencial bastante interesante. En la nariz se caracterizan por su carácter frutal, aunque en algunos casos resulten ligeramente herbáceos; en la boca son ligeros y afrutados.